1. Abre tu nevera y revisa cuáles ingredientes tienes. Escoge varias verduras, una fuente de proteína (sea animal o vegetal) y un carbohidrato.
2. Busca recetas que te llamen la atención con los ingredientes que tienes:
Proteína: pollo al curry/ lomo saltado/ salmón a la naranja
Verduras: vegetales salteados/ ensalada Cesar/ ensalada Waldorf
Carbohidratos: patacones en air fryer/ arroz basmati/ papas al romero/ batata fries en air fryer.
3. Distribuye los menus en la semana.
4. Revisa los ingredientes de cada receta y mira qué te hace falta. Compra lo que te haga falta y déjalos listos cuando los vayas a preparar.
5. Invita a tu pareja, amig@, vecino a cocinar.
6. LO MÁS IMPORTANTE ¡DISFRUTA EL MOMENTO! No tiene porque quedarte un plato de restaurante, paso a paso vas a ir cogiéndole el tiro y mejorando el arte culinario