El martes @delipavo me invitó a un foro organizado por la revista Semana titulado “Sé lo que como” y como ponentes estaban profesionales de la alimentación, directivos de empresas del mercado alimentario masivo como Bimbo, Alpina, Delipavo, la Cámara de Industria de Alimentos de la Andi y el Observatorio de Entretenimiento y Comidas.
Este foro me cambió la perspectiva que tenía con respecto a las grandes marcas ya que en mi opinión como Health coach me opongo a la venta de muchos productos que son dañinos para la salud pues hoy en día hay varios estudios que aseguran el daño que hacen los refinados y procesados en nuestra microbiota. Sin embargo, las empresas que tienen una trayectoria tan extensa, con una clientela tan amplia no pueden cambiar de un día para otro su producto.
Si bien en este foro tocaron varios temas de una alimentación balanceada, la cual varía de persona a persona por requerimientos, gustos y condiciones físicas también es importante ver qué están haciendo como empresa para adaptarse a las nuevas tendencias que hoy en día siguen una dieta “más saludable” o más nutritiva como la llamaría yo.
El mercado pide opciones sin gluten, sin azúcar, sin lácteos, sin refinados, una lista larga pero que a la hora de crear productos que se adapten a estas tendencias también tienen que añadir otros ingredientes que sean bajos en costo, que puedan producir masivamente y que así como sacrifican unos ingredientes puedan reemplazarlos por otros que normalmente no son naturales sino artificiales.
Para que un producto pueda durar más de 1 mes en todo el ciclo de conservación, es decir desde que sale de la planta hasta que llega al consumidor final, más el tiempo que dure en su despensa o nevera es necesario añadir conservantes, que si bien no son buenos para la salud, ayudan a que el producto llegue a casa.
Por otro lado, también se han visto retados por la inflación en los alimentos que viene aumentando desde antes de pandemia. Esta inflación no solo afecta al consumidor final, afecta al productor, a la industria y en cierto sentido si se elevan mucho los productos, el consumidor no va a tener la capacidad de adquisición, las empresas se van a ver obligadas a despedir gente, y la industria no va a ser capaz de alimentar a tantas personas.
Viendo la industria alimenticia desde otra perspectiva, entiendo el por qué las empresas siguen creando productos que si bien no son los más saludables, si están implementando estrategias para poder cambiar la alimentación del ser humano. En mi caso, al vender postres saludables y tradicionales busco que las personas tengan un balance que si quieren compartir un postre lleno de azúcar, no solo les saque una sonrisa sino que también sean conscientes de lo que comen. Yo como empresa puedo promover el balance pero depende de cada persona si realmente busca un balance o no le da tanta importancia a su salud.
Las empresas pueden vender productos buenos, no tan buenos, altos en nutrientes, llenos de azúcar o sin gluten, pero el problema realmente no radica en la empresa, radica en qué tanto conocimiento, qué tanta educación y qué tanto control tiene el ser humano sobre lo que le da a su cuerpo.
Los invito a ser más conscientes, a llevar hábitos saludables y a comprar productos que se ajusten a sus necesidades pero necesidades de la SALUD Y NO DEL ANTOJO 😛
Gracias Delipavo por hacerme parte de la familia y por propiciar este tipo de espacios. Gracias a Ximena Trujillo pude conocer de fondo lo que Delipavo como empresa está haciendo para combatir la inflación, ajustarse a las nuevas tendencias y sobretodo llevar a la mesa de los colombianos un producto de calidad y sobretodo muy rico!