Muchas veces pensamos que los alimentos son los únicos que nos inflaman, pero seguramente te ha pasado que te sientas a comer y tienes una conversación que te pone triste, de mal genio o simplemente no toleras y cuando terminas de comer te sientes pesado/a, con dolor de cabeza o te da dolor estomacal e inmediatamente lo relacionas con la comida. Déjame decirte que no siempre son los alimentos los que nos sientan mal, de hecho, el sistema digestivo es el sistema que más relación tiene con las emociones, y éste a su vez somatiza a través de diferentes formas.
Si las conversaciones con tu pareja o familia se tornan en conversaciones estresantes, si tu trabajo en vez de ponerte feliz de pone de mal humor, si no duermes (descansas) lo suficiente, tu cuerpo genera inflamación por tener elevado el cortisol. Por eso es importante abordar el tema inflamatorio desde todos los ángulos para conocerTE tanto que sepas cómo responder ante cualquier situación, sea emocional, mental o alimenticia.